Sin embargo, una investigación dirigida por Herman Goossens, del Hospital Universitario de Antwerp, en Bélgica, y que mañana publicará The Lancet revela por primera vez la relación causa-efecto entre estos dos fenómenos, en lo que supone un aviso de máxima trascendencia sobre las consecuencias de la prescripcion inadecuada e incontrolada de antibióticos.
Goossens y sus colegas llevaron a cabo un estudio randomizado, doble ciego y con grupo control sometido a placebo en que utilizaron claritromicina y azitromicina para examinar el efecto directo de la exposición a antibióticos –en este caso, dos macrólidos- sobre la flora oral estreptocócica de voluntarios sanos, así como las bases moleculares de cualquier eventual diferencia en las resistencias.
Ambos antibióticos aumentaron significativamente la proporción de estreptococos resistentes a los macrólidos comparados con el placebo. Sin embargo, la proporción de estreptococos resistentes fue mayor en el caso del grupo al que se administró azitromicina, comparado con el de claritromicina.
En un comentario que acompaña al estudio, Stephanie Dancer, del Southern General Hospital, en Glasgow, Reino Unido, afirma: «El mensaje clave es que la prescripción de antibióticos afecta al paciente, a su entorno y a todas las personas que entran en contacto con él o con su entorno. Si los médicos asumen esta conclusión pueden influir en el riesgo de resistencias antimicrobianas no sólo para sus pacientes, sino para los pacientes del futuro».
Más información: