jueves, 1 de marzo de 2007

El Consejo Consultivo de Andalucía dice que el rechazo de un tratamiento es un derecho reconocido en la Ley de Autonomía del paciente

Inmaculada Echevarría, enferma de distrofia muscular progresiva que lleva 9 años conectada a un respirador. Su deseo es que la desconecten y, de momento, ha ganado la primera batalla. El Consejo Consultivo de Andalucía dice que su solicitud es un rechazo de tratamiento, que es un derecho reconocido en la Ley de Autonomía del paciente.

La dirección y los médicos del Hospital San Rafael de Granada, donde vive Echevarría desde hace nueve años conectada a un respirador artificial que la mantiene con vida, decidieron el pasado 4 de febrero aplazar, hasta conocer ese dictamen la decisión sobre la petición para que se le retire ese dispositivo.La cuestión formulada por Salud se centra en si es legal que renuncie a su tratamiento y si están a cubierto de implicación penal los profesionales que puedan intervenir en ese acto de renuncia, según informaron varios miembros del Consejo Consultivo.

Los dictámenes de este consejo, que no son vinculantes, suelen adoptarse por unanimidad en la mayoría de los casos, aunque podrían producirse votos particulares dada la complejidad del asunto, en el que están afectados valores como el derecho a la vida o los tratos inhumanos o degradantes prohibidos por la Constitución.

Visto bueno previo del Comité Autonómico de Ética
El pasado 2 de febrero, el Comité Autonómico de Ética de la Junta de Andalucía emitió un dictamen avalando la petición formulada oficialmente el 20 de noviembre por Echevarría de que se le retirase el respirador artificial al que lleva nueve años conectado. En el dictamen, este órgano entendió que la solicitud de Echevarría se encuadraba en una limitación del esfuerzo terapéutico, un derecho reconocido en la Ley de Autonomía del Paciente, la misma interpretación que ha hecho ahora la comisión permanente del Consejo Consultivo de Andalucía.

Días antes de trasladar la petición, Echevarría había firmado su testamento vital, un documento en el que expresaba su voluntad de morir si se produjera un empeoramiento de su enfermedad y ella no tuviera conciencia sobre sus actos."No acepto que haya medios que mantengan mi vida", dijo en octubre pasado Echevarría, quien añadió que no tiene miedo a morir y que tiene esta idea clara desde los 20 años, cuando supo que no quería "seguir viviendo así".

María Jesús Montero, consejera de Sanidad de Andalucía, ha declarado que analizarán el dictamen del Consejo Consultivo "con rigor y transparencia" cuando sea notificado oficialmente, pues su departamento aún no lo ha recibido.